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Cómo gestionar el estrés y la ansiedad con principios estoicos

  • Foto del escritor: Juan Pablo  Ochoa Salazar
    Juan Pablo Ochoa Salazar
  • 2 oct 2024
  • 3 Min. de lectura

El estrés y la ansiedad son dos de los mayores desafíos de la vida moderna. Las presiones diarias, las expectativas sociales y los miedos al futuro pueden hacer que nos sintamos atrapados en un ciclo interminable de preocupación. Aquí es donde los principios del Estoicismo, una filosofía antigua, pueden ofrecerte herramientas para enfrentar estos sentimientos con calma y claridad.

El Estoicismo y el control de las emociones

El Estoicismo nos enseña a distinguir entre lo que podemos controlar y lo que no. Esta distinción es clave para reducir el estrés y la ansiedad, ya que muchas veces estos sentimientos surgen de intentar controlar lo incontrolable.

  • Lo que puedes controlar: Tus pensamientos, acciones, y cómo decides reaccionar ante las circunstancias.

  • Lo que no puedes controlar: Las opiniones de los demás, el comportamiento de las personas, las situaciones inesperadas o las fuerzas externas.

Al enfocarte únicamente en lo que puedes controlar, liberas una gran parte del peso emocional que el estrés y la ansiedad generan. Esto no significa que ignores los problemas, sino que los enfrentas desde un lugar de serenidad y perspectiva.

Principios estoicos para gestionar el estrés y la ansiedad

Aquí hay algunos principios clave del Estoicismo que puedes aplicar para manejar estos sentimientos:

1. Practica la dicotomía del control

Uno de los pilares del Estoicismo es entender qué está bajo tu control y qué no. A menudo nos estresamos por cosas que están fuera de nuestro alcance, como las opiniones ajenas, el clima o los resultados de nuestras acciones. Al aceptar que no podemos controlarlo todo, reducimos nuestra preocupación y centramos nuestra energía en lo que realmente podemos influir.

  • Ejemplo práctico: Si tienes una presentación importante y sientes ansiedad, en lugar de preocuparte por cómo la juzgarán los demás (que no puedes controlar), enfócate en prepararte lo mejor posible (lo que sí está bajo tu control).

2. Elige tus pensamientos con sabiduría

Los estoicos nos enseñan que nuestras emociones no provienen de las situaciones en sí, sino de los juicios que hacemos sobre ellas. Esto significa que puedes cambiar tu forma de pensar para reducir el estrés. Si algo te genera ansiedad, pregúntate: "¿Es realmente tan grave como lo estoy percibiendo?" Esta reevaluación de la situación puede ayudarte a calmarte.

  • Ejemplo práctico: Si pierdes un tren o llegas tarde a una reunión, en lugar de pensar que es una catástrofe, puedes cambiar el enfoque y verlo como una oportunidad para practicar paciencia.

3. Practica la premeditatio malorum

El Estoicismo también enseña una técnica llamada premeditatio malorum, que consiste en anticipar los posibles contratiempos para estar mejor preparado mentalmente cuando sucedan. Esto no significa ser pesimista, sino estar listo para afrontar la realidad con ecuanimidad. Al practicar esta visualización, puedes reducir la ansiedad porque estás mejor preparado emocionalmente para enfrentar los desafíos.

  • Ejemplo práctico: Si te sientes ansioso antes de un examen o una entrevista de trabajo, puedes practicar la premeditatio malorum al imaginar posibles contratiempos, como que te pregunten algo que no sabes, y prepararte para responder de la mejor manera.

4. Vive en el presente

Uno de los mayores generadores de ansiedad es preocuparnos por el futuro o quedarnos atrapados en el pasado. Los estoicos nos invitan a vivir en el presente, ya que es lo único que realmente tenemos. Cuando te concentras en el "aquí y ahora", reduces las preocupaciones por lo que podría suceder.

  • Ejemplo práctico: Si te sientes abrumado por un futuro incierto, como un nuevo proyecto laboral, concéntrate en las tareas que puedes realizar hoy para avanzar, en lugar de preocuparte por todo lo que podría salir mal en el futuro.

5. Recuerda la impermanencia de todo

Otro principio estoico es la impermanencia de la vida. Nada dura para siempre, ni las dificultades ni los momentos agradables. Recordar esto te ayuda a gestionar la ansiedad porque entiendes que las situaciones estresantes que enfrentas hoy también pasarán.

  • Ejemplo práctico: Si estás pasando por una situación de estrés intenso, recuerda que todo es temporal y que, eventualmente, las circunstancias cambiarán. Esto puede brindarte consuelo y te ayudará a ver el problema con más objetividad.

Conclusión

El Estoicismo te ofrece una perspectiva clara y efectiva para gestionar el estrés y la ansiedad. Al aceptar lo que no puedes controlar, reestructurar tus pensamientos y vivir en el presente, puedes disminuir la carga emocional y enfrentar los desafíos con una mente serena y un corazón en paz. A través de estos principios, aprenderás a navegar los momentos difíciles con más resiliencia y calma, transformando cada desafío en una oportunidad para crecer.

 
 
 

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